domingo, 24 de mayo de 2009

El sexto sustillo

Dibujo de Pamp (proveedor habitual de este mi humilde blog).

- ¿Estas despierto?
- mmm.
- ¡Que si estas despierto!
- ¡Si, ahora si! ¿Que tripa se te ha roto?
- No te imaginas lo que me ha pasado.
- A ver, pesado, cuenta.
- Ayer fui a la casa.
- ¡Amos, no me jodas!
- Era de noche y estaba todo oscuro.
- Si, suele pasar.
- La temperatura bajaba rápidamente y se me puso la piel de gallina. Había un olor a muerte por toda la casa, las tripas se me revolvieron y vomté, quedándome con mal sabor de boca. El suelo crujía a cada paso que daba. Una espectral respiración cortaba el silencio. Había alguien y mis nervios iban a saltar en cualquier momento.
La luz se encendió de repente y vi frente a mi al fantasma mas feo y horrendo que te puedas imaginar. Grite desesperadamente hasta que me di cuenta de que estaba frente a un espejo.
- ¡Hay que ser gilipollas!
- Jo tio, que miedo pasé, no me vuelvo a meter en una casa así, de noche.
- Vale, que si, cierra el depósito y déjame dormir, que mañana nos hacen la autopsia ¡A ver si por fin puedo descansar en paz!

miércoles, 13 de mayo de 2009

QUE MALOS SON LOS CELOS

Dibujo de Pamp (como no).

Que malos son los celos que me hicieron dudar de Manuel después de tantos años de feliz matrimonio. Su comportamiento se volvió extraño, estaba siempre preocupado y no decía por que, se iba por las tardes a no se donde y cuando le preguntaba me respondía con evasivas.
Una tarde que se fue, no aguanté más y miré en sus cosas. Entre los viejos recuerdos encontré una vieja foto polaroid en la que se le veia a él con una mujer y una niña.
Me quedé perplejo, no se si me dolía más el hecho de que me engañara con otra familia o que hubiese violado la sagrada prohibición de practicar la heterosexualidad.
Cuando llegó a casa me encontró sentado en el sofá sin poder disimular mi enfado.
- ¿Te pasa algo?
- Ah no se, tu me dirás.
-¿A que viene esa cara?
Le enseñé la foto.
- ¿Puedes explicarme que haces con una mujer y una niña? ¿Acaso tienes familia?
Se quedó pálido al ver la foto y por un momento no supo que decir.
- Ramón, no es lo que parece, ese hombre no soy yo, es mi padre y la mujer mi madre.
- ¿Y la niña?
- La niña soy yo.
El mundo se me vino encima, no lo podía creer.
- Algunas personas practicaron la heterosexualidad clandestinamente, como mis padres, yo fui engendrada de forma natural, no como ahora que los niños se hacen en incubadoras gays.
Estaba horrorizado.
- Cuando la Guardia Viril arrestó a mis padres yo me escapé y en cuanto pude me sometí a un cambio de sexo en una clínica ilegal, me alisté en la armada donde te conocí y el resto ya lo sabes.
Esto era demasiado, si hay un delito peor que ser heterosexual, es ser transexual.
Salí corriendo, dando un portazo, en busca del Rabino.
Le llamábamos Rabino por aquella vez, en las duchas del gimnasio, cuandi le vimos la..., el caso es que Rafa era nuestro consejero espiritual y un buen amigo, él sabria que decirme.
Cuando llegue al templo, me estaba esperando y sin mostrar sorpresa, me dijo.
- ¿Ya te has enterado?
- ¿Tu lo sabias?- pregunté exaltado.
- Si, lo sabia, Raquel/Manuel venia todas las tardes a pedirme consejo, estaba muy preocupado/a y no sabia como decírtelo.
- ¿Y por que no le has denunciado a las autoridades?
- Las cosas no son tan fáciles, él/ella te quiere de verdad, sígueme que te enseñe algo.
Tras la estatua del Santo Boris habia una puerta secreta y me condujo a una sala llena de documentos y signos paganos. Nos sentamos junto a la estatua de una tal Bibiana y empezó a contarme.
- Has de saber que las cosas no fueron siempre así, hubo un tiempo en que los heterosexuales dominaban el mundo y nosotros eramos los marginados. Lo nuestro era una aberración y lo suyo lo natural. Nos odiaban e intentaron acabar con nosotros con armas químicas, pero nos rebelamos, gays y lesbianas unieron sus fuerzas para combatir al opresor, los armarios del mundo se abrieron y el enemigo sucumbió. Por fin eramos libres, pero tanto hombres como mujeres, querían más poder, se rompió la alianza y empezó la guerra de sexos en la que tu y yo participamos, que terminó con la división del mundo. Nuestro imperio homosexual con capital en San Francisco y su reino de bolleras con capital en Lesbos.
No podia imaginar como debió sufrir Manuel matando mujeres, cuando habia sido una de ellas.
- No Rafa, no puede ser ¿como sabes todo eso?
- Investigando, despues de la guerra me pasé al sacerdocio buscando respuestas y aqui las encontré.
- Pero ¿Por que?
- ¿Te acuerdas del sargento Arensibia?
- Si ¿Por que?
- Una vez le descubrí violando a una prisionera.
- No puede ser, con lo machote que era.
- Pero eso no es todo,- dijo cada vez más humillado- cuando me vió me invitó a hacérmelo con la muchacha y por miedo a decir que no acepte.-sus ojos empezaron a llorar- Y lo peor de todo es que me gustó.
No podia soportarlo, todo esto era demasiado para mi.
- Rafa, todo esto es muy peligroso, podrian descubrirte y matarte.
- No te preocupes- contestó mientras se secaba las lágrimas- ve a casa con tu marido y solucionar lo vuestro.
Me fui, dejando al Rabino sobreponerse y por el camino pense como seria hacérselo con una mujer, el sexo vajinal y todo eso, y cuando me quise dar cuenta tenia una erección de campeonato. Me sentí asqueado por excitarme pensando en una mujer y volví a contárselo a Rafa.
Cuando llegué me lo encontré muerto, se habia ahorcado con su sagrado rosario de bolas chinas.
Horrorizado, salí corriendo a casa, todo en lo que creia se habia derrumbado en una sola tarde y no sabia que hacer.
Ya una vez en casa, Manuel estaba en calzoncillos, tirado en el sofa, bebiendo cerveza y viendo el futbol, como siempre que está preocupado.
- ¿Ya te lo ha contado todo Rafa?
- Rafa está muerto, se ha ahorcado- contesté agotado.
- No te lo ha contado todo- estaba demasiado asustado para sorprenderse por la noticia.
- ¿Que? ¿Que pasa?
- Cuando me hicieron la operación no salió del todo bien.
- ¿Como?- ¡Mas disgustos!
- ¿Te acuerdas cuando manchaba los calzoncillos? no era de las almorranas.
- ¿A donde quieres llegar?
- Estoy embrazado/a.
Esta fue la gota que colmó el vaso, ya no sabia ni como reaccionar.
- ¿Vamos a tener un hijo?
- O una hija, no se sabe.
Me miró a los ojos.
- Y ahora que ¿Me vas a denunciar?
No podia denunciarle, al fin y al cabo era el hombre/mujer que amaba y el padre/madre de nuestro hijo/a.
- ¡Ahora empezaremos una revolución!
Es lo menos que puedo hacer para que mi hijo/a nazca en un mundo sexualmente libre.