sábado, 19 de mayo de 2012

Pobre Chemita

                                      Dibujo de Universo Pamp.

–¡Ten cuidado! Si te tragas el chicle, se te pegará en el estómago.
La severa voz del tío Enrique asustó al pequeño Chema.

¡Maldición!

Se había tragado el chicle. Y en qué momento, justo cuando estaba haciendo un globo.
Nunca le habían salido bien, pero en aquel momento estaba preparando el megaglobo.
La angustia se apoderó de Chemita. ¿Seguiría el globo creciendo en su estómago?

¡Qué horror!

Empezaba a ver su tripa cada vez más grande. No sabía qué hacer.
Papá y mamá, como de costumbre, no le creerían. Si no hacía algo inmediatamente, el globo explotaría y su estómago con él.
No podía respirar y se puso colorado.

–¿Qué te pasa, criatura? –Preguntó la tía Adela.
Desesperado, Chemita le explicó el problema.
–No te preocupes, cariño –le dijo–, tienes que beber mucha agua, ya verás como se desinfla.

Corrió a la cocina y bebió un vaso tras otro, hasta notar como se desinflaba la barriga.

–¡Ten cuidado! –dijo el tío Enrique– Si bebes mucho te saldrán ranas en el estómago.