lunes, 8 de marzo de 2010

Arbol caracol

Dibujo de Universo Pamp.

Amadeo, todas las tardes, salía a pasear por el bosque, admirando la hierba y las piedras del suelo. Su vida era sencilla y aburrida, él no pedía más.
Pero, un día, quien sabe por qué , alzó la mirada y vio, ante sí, un grandioso árbol.
El pequeño caracol quedó prendado de su belleza y no dudó en expresarle su amor, pero no obtuvo respuesta.
Lejos de desanimarse, se presentó el día siguiente y le recitó un poema, pero tampoco contestó.
Al siguiente día, le cantó una canción, pero nada.

Todos los días se plantaba allí y le declaraba su amor incondicional. Poesías, canciones, bailes; daba igual, permanecía callado e inmóvil como un árbol.
Pero, una tarde de viento, tras haberle entregado su corazón, agitó sus ramas.
Por fin se sintió correspondido.
Amadeo se encaramó al árbol y lo amó durante toda la noche.
Al amanecer, extenuado del esfuerzo, murió a los pies de su amado.

Pasó el tiempo y llegó la época de lluvias.
El árbol, al ver descomponerse al caracol, lloró y con sus lágrimas regó sus restos.
Pasados los meses, nació un extraño árbol con forma de caracol, fruto de su amor y para no olvidarle Amadeo lo llamó.