viernes, 19 de diciembre de 2014

Bajo el manzano

                                                  Dibujo de Universo Pamp.


–¡Vamos a escribir un libro! –gritaron todos al unísono.

Nos reunimos bajo el manzano blanco, con la pequeña Melinda. Laura llevó lápiz y papel, yo la llevé a ella, y ella trajo a Germán para que nos ayudara.
Miguel vino con sus medionovias y Paula con su melancolía. Cabrales trajo unos sacos para echar unas carreras. Carlos, viendo que había chicas en el grupo, prefirió jugar a “burro”, el muy pillo se puso su supermano.
José Luis llegó en bicicleta y José Antonio montando un andrajoso caballo. Isabel llegó con sus zapatitos de charol y Alberto trajo su camiseta, la de el, la de ella, bueno, esa camiseta tan especial. El otro Alberto apareció con un amigo que tenía muy malas pintas, pero aún así lo aceptamos en la fiesta.
A Miguel Ángel le perseguía un perro mal encarado, pero conseguimos calmar a la bestia dándole unas manzanas. Está claro que las manzanas blancas son las más sabrosas.
Empezaba refrescar y Lali se abrigó con una telaraña dorada que llevaba en el bolso. Era la hora de empezar y Mari-Carmen se puso sus enormes gafotas. Mari-Cruz lamentó haber ido con sandalias, porque iba a coger frío en los pies.
Pablo había traído una vieja Biblia, por si nos podía inspirar. Paco le explicó qué partes teníamos que tener en cuenta y cuales no. Manuel optó por llevar su cuaderno de matemáticas, que le inspiraba mucho más.

Una vez reunidos todos, comenzamos a escribir. A escribir todo tipo de relatos, de cuentos y de ensayos. Nos permitimos, incluso, el lujo de comentar las obras de los grandes autores, y de los pequeños también, aunque, claro, todos los autores son grandes. No podíamos parar.
María Teresa tocaba la trompeta para amenizar el ritual. Entonces apareció Amelia, ataviada de súper-héroe, con una considerable indignación porque no habíamos contado con ella.

–No, mujer, no, no te enojes –le dijimos–, aparca tu batmoto junto a la bici y únete a la fiesta.

Chema quiso aprovechar la ocasión para publicitar su último libro. Le mandamos a tomar viento fresco a la orilla de Portugal.