Los ye-yes yayos
han llegado, cantando los éxitos de los sesenta, y apestando a
hierba. El abuelo Gaspar trae porros, y la abuela Merche, incienso y
peppermint. Él cuenta chistes verdes, luciendo su colorido poncho, y
ella oculta su arrugada desnudez tras la guitarra, mientras canta a
la libertad. Su cabello azul se ondea, agitado por el viento, al
ritmo de sus desordenados acordes. El abuelo Beltrán ha llegado más
tarde, cargado con birras. Le acompañan pajes, grupies y camellos.
Traen regalos para todos. Hay leche, galletas, polvorones y copas de
coñac.
¡Esta va a ser
una gran fiesta como las de antes!