Dejé de respirar
a las dos y cuarto. Desperté de un sobresalto y vi la hora en el
reloj.
¡Madre mía, qué
angustia!
Tendría que
haber ido a urgencias, pero se estaba tan agustito en la cama. La
única pega es que me ahogaba, pero como no podía gritar, nadie se
enteró en casa.
Decidí ir al
ambulatorio por la mañana. Puse el despertador, por si me quedaba
dormido. No quería que me encontrasen en la cama, así sin respirar.
Después de dos
horas esperando, el médico me atendió. Le pregunté si estaba
muerto.
–No, no lo creo
–contestó–, si estuvieras muerto no toserías tanto.
Porque hay que
ver la tos que me dio.
–Entonces, ¿qué
me pasa? –intenté preguntar.
Ahora tampoco
podía hablar.
–No sé
–respondió–, supongo que será alergia.
–¿Alergia? ¿A
qué?
La garganta me
escocía.
–Yo qué sé,
al polen, a los perros, al polvo. Tendrás que hacerte las pruebas.
Me dieron hora
para cinco meses después.
¡Menudo ataque
me dio!
–Eso es
ansiedad –dijo el médico.
–¡Pues haga
algo, que me muero! –quise gritar.
–Si te doy
calmantes se te estrecharían los pulmones y sería peor.
–¡Pues vaya
mierda!
–Lo único que
te puedo recetar es este inhalador.
Cuando lo compré
en la farmacia, empecé a usarlo a lo bestia. El cacharro ese
producía taquicardias y la cosa fue a peor. Casi me muero.
–Hombre, esto
es solo para las emergencias –me indicó el doctor.
La cuestión es
que, por hache o por be, yo estaba muy alterado.
Cerré las
ventanas de casa a cal y canto. Eché al perro a patadas. Mi familia
se quejaba del calor, supongo que cuando no se respira, ni se siente
ni se padece.
Mi novia quiso
ayudar. Dijo que el sexo era lo mejor, que relajaba y aumentaba la
capacidad pulmonar. Pero cuanto más me excitaba, más fuerte me daba
el asma, y cuanto más le daba al inhalador, más nervioso me ponía.
Ella tuvo un
orgasmo, y yo tres ataques de ansiedad.
Esta noche
intentaremos equilibrar los resultados.
Este año las alergias primaverales han venido muy fuertes. Somos much@s l@s que las sufrimos, y este relato se lo dedico a ell@s.
ResponderEliminarEl final épico! Ha conseguido arrancarme una sincera sonrisa en un día tan grís como este.
ResponderEliminarNos vemos mañana!
Me alegra que te haya alegrado.
ResponderEliminarEsta es la razón por la que los escritores escribimos, y por la que los aliernígenas le damos al Ventolín.
...Luke, soy tu padre, como vuelvas a cogerme las llaves de la estrella de la muerte, te corto la mano...
Jajajaja, me he reido!! Me encanta que ponga el despertador, no sea que se quede dormido... jajaja
ResponderEliminarA mi me encanta que a un@s os guste una parte, y a otr@s, otra parte. Es un principio para que a tod@s os guste todo. Pero es mucho pedir.
ResponderEliminarBienvenida, una vez más, a mi hostal.
Lo mejor, el buen humor pase lo que pase. En estos tiempos tormentosos es recomendable una sonrisa para sobrevivir. Gracias David por tu relato. Y el final genial.
ResponderEliminarÁngeles
Siempre es mejor una sonrisa sin respiración, que una sonrisa con babas...
ResponderEliminarGracias por tu visita, Ángeles.