domingo, 10 de junio de 2012

El día que dejé de respirar

                                               Dibujo de Universo Pamp.


 Dejé de respirar a las dos y cuarto. Desperté de un sobresalto y vi la hora en el reloj.

¡Madre mía, qué angustia!

Tendría que haber ido a urgencias, pero se estaba tan agustito en la cama. La única pega es que me ahogaba, pero como no podía gritar, nadie se enteró en casa.
Decidí ir al ambulatorio por la mañana. Puse el despertador, por si me quedaba dormido. No quería que me encontrasen en la cama, así sin respirar.

Después de dos horas esperando, el médico me atendió. Le pregunté si estaba muerto.
–No, no lo creo –contestó–, si estuvieras muerto no toserías tanto.
Porque hay que ver la tos que me dio.
–Entonces, ¿qué me pasa? –intenté preguntar.
Ahora tampoco podía hablar.
–No sé –respondió–, supongo que será alergia.
–¿Alergia? ¿A qué?
La garganta me escocía.
–Yo qué sé, al polen, a los perros, al polvo. Tendrás que hacerte las pruebas.

Me dieron hora para cinco meses después.
¡Menudo ataque me dio!

–Eso es ansiedad –dijo el médico.
–¡Pues haga algo, que me muero! –quise gritar.
–Si te doy calmantes se te estrecharían los pulmones y sería peor.
–¡Pues vaya mierda!
–Lo único que te puedo recetar es este inhalador.

Cuando lo compré en la farmacia, empecé a usarlo a lo bestia. El cacharro ese producía taquicardias y la cosa fue a peor. Casi me muero.

–Hombre, esto es solo para las emergencias –me indicó el doctor.

La cuestión es que, por hache o por be, yo estaba muy alterado.
Cerré las ventanas de casa a cal y canto. Eché al perro a patadas. Mi familia se quejaba del calor, supongo que cuando no se respira, ni se siente ni se padece.

Mi novia quiso ayudar. Dijo que el sexo era lo mejor, que relajaba y aumentaba la capacidad pulmonar. Pero cuanto más me excitaba, más fuerte me daba el asma, y cuanto más le daba al inhalador, más nervioso me ponía.
Ella tuvo un orgasmo, y yo tres ataques de ansiedad.

Esta noche intentaremos equilibrar los resultados.

7 comentarios:

  1. Este año las alergias primaverales han venido muy fuertes. Somos much@s l@s que las sufrimos, y este relato se lo dedico a ell@s.

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  2. El final épico! Ha conseguido arrancarme una sincera sonrisa en un día tan grís como este.
    Nos vemos mañana!

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  3. Me alegra que te haya alegrado.
    Esta es la razón por la que los escritores escribimos, y por la que los aliernígenas le damos al Ventolín.

    ...Luke, soy tu padre, como vuelvas a cogerme las llaves de la estrella de la muerte, te corto la mano...

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  4. Jajajaja, me he reido!! Me encanta que ponga el despertador, no sea que se quede dormido... jajaja

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  5. A mi me encanta que a un@s os guste una parte, y a otr@s, otra parte. Es un principio para que a tod@s os guste todo. Pero es mucho pedir.

    Bienvenida, una vez más, a mi hostal.

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  6. Lo mejor, el buen humor pase lo que pase. En estos tiempos tormentosos es recomendable una sonrisa para sobrevivir. Gracias David por tu relato. Y el final genial.
    Ángeles

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  7. Siempre es mejor una sonrisa sin respiración, que una sonrisa con babas...

    Gracias por tu visita, Ángeles.

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