¡Menudo cisco se
armó cuando el Sol se empeñó en salir!
–¿No ves que
es de noche y ahora es mi turno? –insistía la Luna.
Pero él, erre
que erre, hasta que se plantó allí, alumbrándolo todo.
–¡Ya la has
liado, ahora no se me ve!
La Luna estaba
furiosa. Las estrellas no brillaban. La Osa Mayor se quejaba y la
Menor no paraba de llorar.
La gente no sabía si era de día o de
noche, si tenía que trabajar o dormir, y los niños no querían ir
al cole.
–¡No, no y no,
yo no me marcho de aquí! –gritaba el Sol enfurruñado.
Los planetas se
alinearon en una reunión urgente.
–¡Esto es
intolerable! –exclamó Júpiter.
–¡No puede
ser! –gruñó Saturno.
Plutón quiso
opinar, pero no le dejaron porque ya no era un planeta.
–Pues vosotros
veréis –insistió–, pero si no colaboramos todos juntos, no lo
vamos a conseguir.
Al final le
hicieron caso, y los planetas empezaron a girar alrededor del Sol,
cada uno con su órbita. Los anillos de Saturno bailaban como un hula
hoop. Marte se puso colorado de dar tantas vueltas. Y la Luna cantó
una nana. Entre eso y la danza de los astros, el Sol terminó
durmiéndose.
Ahora las
estrellas brillaban en la noche. Y la Luna, que estaba cansada, solo
salió a medias.
Los lobos de la
estepa aullaban nerviosos, y el pequeño lobezno miraba al cielo con
tristeza.
–No te
preocupes –le consoló su padre–, mañana tendremos Luna llena.
Este es un relato infantil que escribí hace mucho tiempo, que mi amigo Pamp ilustró magistralmente. La cuestión es que, por hache o por be, nunca lo publiqué, y ya iba siendo hora de hacerlo.
ResponderEliminarEspero que os guste, y que cuando miréis al cielo os paréis a pensar en qué líos están metidos los astros.
Hola. Soy Esperanza.
EliminarPues sí me ha gustado tu cuento. Lo que no sé es si realmente es infantil, yo creo que no, Bueno para niños mayores, tal vez sí. Lo del "espectáculo" político está, efectivamente, en segundo plano, aunque tú no te hayas dado cuenta.
El dibujo, no es que esté feo, no, es que produce cierta inquietud, diría yo. Ese sol...
Desde aquí te mando un abrazo y otro para Alejando. Hemos coincidido, ya ves. Bueno, y otro para tu amigo dibujante. No vamos a andar con roñoserías... Esperanza.
Me gusta el cuento. Es fantástico como me ha transportado en un viaje mental hasta el Ártico cerca del Polo Norte, allí donde hay seis meses de día y seis meses de noche debido a la inclinación en el eje de rotación de la tierra.
EliminarEn tu cuento estaríamos cerca del solsticio de verano y al fenómeno se le llama "Sol de medianoche". Sin duda cuando toque la "Noche polar", que es cerca del solsticio de invierno, la que se peleará por reinar será la luna, y todos los demás astros bailarán a su son.
Besitos mil
Gracias, Conchi. Puedes venir, cuando quieras, a las noches polares del hostal, a cantarle una nana al Sol.
EliminarYa era hora, David, de compartir este cuento. Lo bueno hay que exponerlo para que los demás disfrutemos de ello. Este, quizá porque, como dices, ha transcurrido mucho tiempo, llega con buen sabor, en pleno grado de maduración. Es un cuento infantil, como dices; Dios me libre de quitarte la razón, que la tienes y es toda tuya, pero ha llevado mi mente a los políticos: todos quieren brillar y estar los primeros donde hay, pero cuando más falta hacen se duermen. Vivir para ver hasta donde la Literatura puede descubrirnos caminos otrora inescrutables. Un abrazo, salao.
ResponderEliminar¡No intoxiques mi cuento con mierdas políticas!
EliminarEs lo mágico que tiene cuando consigues escribir algo verdaderamente infantil, que liberas tu mente de ironías y dobles sentidos. A ver cuándo te decides a escribirle algún cuento a tu nieta, Alejandro.
Gracias por visitar el observatorio del hostal.
¡Alejandro, ya has corrompido mi cuento! Está claro que no podéis dejar de lado la situación actual que nos sobrepasa.
ResponderEliminarGracias por visitar mi humilde hostal apolítico, Esperanza.
¡Qué divertido!
ResponderEliminarAl final, el Universo se rinde a las leyes y reconoce el brillo del rey Sol. Eso se parece mucho a la justicia divina!!
Enhorabuena
Gracias, Carmen, por visitar mi hostal.
ResponderEliminar¡Genial!
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