sábado, 30 de abril de 2016

El jepe ese

                                                   Dibujo de Universo Pamp.

–Germán, hijo, gira a la derecha.

–No, mamá, que no es por ahí.

–¡Niño, no me discutas, que yo sé lo qué me digo!

–Que no, mamá, que llevo ocho años siguiendo esta ruta y sé muy bien por donde voy.

–Hazme caso, criatura, que si vas por la M-30 te vas a tragar todo el atasco.

–Que noo.

–Que sí, hombre, que me lo ha dicho el saturnito.

–Satélite, mamá, el satélite.

–Pues eso. ¿Para qué le pones al jepe ese la voz de tu difunta madre, si ni aún así me haces caso?

–GPS, mamá, se dice GPS.

–¿Pero quieres dejar de corregirme? ¡Qué pasa, que tu madre es tonta, que es una paleta, que no entiende de moderneces!

–Mamá, no empieces.

–No, si ya da igual, ya te has pasado la salida.

–Mamá, por favor, no te enfades.

–No, si no me enfado. Tranquilo, cien metros más adelante hay otro giro a la derecha.

–Pero, mamá, por ahí se va a Fuenlabrada.

–Pues mira, así te pasas a ver a tu tía Marga.

–¿Para qué voy a ir ahora, a casa de la tía?

–¡Ay, hijo, que hace mucho tiempo que no la ves! La pobre está muy sola, desde que me fui.

–Mamá, que llegaré tarde al trabajo.

–Pero qué descastado eres. ¡A la derecha, Germán, a la derecha!

–¡Qué sí, mamá, qué sí! ¡Ala, ya nos hemos perdido!

–Tranquilo, confía en el saturnete.

–Satélite, mamá, se dice satélite.

–¡Bueno, vale, pues cómo se diga eso! ¡Confía en tu madre, leñe!

–¿Pero dónde narices estamos? ¡Si esto es un jodido polígono industrial!

–¡Habla bien, niño, que me desconecto y te dejo aquí tirado!

–Perdona, mamá, no quería ponerme así contigo.

–Eso está mejor.

–Vale, por dónde vamos ahora.

–Mira, tira pa' lante, gira la segunda a la izquierda…

–Vaale.

–... Baja la calle… ¡Pero no vayas tan rápido, que atropellas a un chiquillo!

–¿Pero que porras hace ese niño? ¡Qué se me ha cruzado!

–Tranquilo, hijo, tranquilo. Que no ha pasado na.

–¡Tendría que estar en el colegio!

–Ya… ya… ya…

–Vale. ¿Y ahora qué?

–Rodea esa glorieta.

–Mamá, eso es una churrería.

–Bueno, da igual, rodéala.

–Vaale.

–Ahora gira la segunda a la derecha.

–¿Pero dónde estamos?

–¿Es que no lo ves?

–Nop.

–Pero mira que eres tonto. ¿No ves que es la parte trasera de tu oficina?

–¡Andá!

–Fíjate, llegamos media hora antes, y aquí tienes sitio de sobra para aparcar.

–Jo, mamá, qué grande eres.

–Ya te digo yo que te habría sobrado tiempo para visitar a tu tía.

–No empieces.

–Anda, gurriato, vete al trabajo. Y no te olvides que luego tienes que ir a por Jaimito.

–¡Ostras, que me había olvidado que esta semana me toca el niño! ¡Qué haría sin tí, mamá!

–Pues mira, si por mí hubiera sido, no te habrías casado con esa bruja.

–Entonces no tendrías ese nieto que tienes.

–Anda, zalamero, vete ya. Y pásate a ver la tía, cuando recojas al niño, que le vas a dar una alegría.

–¡Madre mía, menudo jepe ese tengo!

–¡GPS, hijo, se dice GPS!



Para mi madre, que amenaza con volver, el día que se vaya.

11 comentarios:

  1. Hoy, día de la madre, tendría que dedicar este relato a todas las madres del mundo, pero no, es para la mía, que nos amenaza con que volverá, el día que se vaya. A ver si consigo que se ría un poco, y se lo piense mejor.
    Mi deseo también es extensible a las demás madres.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sólo te voy a decir una frase:
      ¡Me ha encantado¡

      Eliminar
    2. Gracias, Conchi, espero que tú no seas una de esas madres protectoras en exceso, que están hasta en el GPS. Y si es así, mejor para tu hija.

      Un besazo.

      Eliminar
  2. Muy bueno. Lo he disfrutado muchísimo. Felicidades a todas las madres, las GPS más fiables.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además que sí que son los GPS más fiables, porque nunca se equivocan…, o al menos no se lo podemos decir.

      Un besazo, Raquel.

      Eliminar
  3. Genial!! Se lo leeré a mi suegra que es igualita al "gepe ese". Muy original.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuida a tu suegra, Rut, no vaya a ser que te lleve por el camino equivocado.

      Un besote.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo siento, Marisol y compañía, por algún error del sistema, tu comentario se ha borrado, pero sigues teniendo una habitación reservada en el hostal.

      Un besote, para tí, para tu marido (que es el que da la cara por ti) un abrazo, no vaya a ser que se coja confianzas… ;)

      Eliminar
  5. Un poco de Pepa-discrepo: "las madres no amenazan con volver, nunca se van"

    ResponderEliminar
  6. Sí, tienes Pepa-razón. Es como cuando nos mandan hacer algo, y decimos:
    –¡Que conste que lo hago porque quiero!

    ResponderEliminar